Sí, el PP puede perder las elecciones del domingo 13 en Castilla-León. Pablo Casado, esclavizado por los barones, regionales, todos ellos -en especial el gallego Núñez Feijóo- derecha progre y, sobre todo, derecha pagana, pretenden gobernar en solitario pero no pueden -salvo en Galicia, y por ahora- hacerlo sin Vox.

No olvidemos que es la tercera fuerza de España gracias a los votos robados al PP. Vox no es un partido ultra, es un partido cristiano, a veces no excesivamente coherente con esos principios pero generalmente sí.

Los populares pierden las elecciones en cuanto la economía da un respiro. Y es que no se les vota por sus ideas sino por su habilidad para administrar, frente el derroche permanente de la izquierda

El caso es que el próximo domingo 13 Mañueco puede perder el gobierno de Castilla-León. Y a manos de los socialistas, que siempre ganan a lo Pedro Sánchez: somos los más votados pero no arrasamos, ergo nos aliamos hasta con el demonio con tal de mantenernos en el poder y entonces hablamos de consenso. Somos cambiantes y reversibles, nos amoldamos a todo, incluso a separatistas y proetarras. Primero decidimos lo que nos conviene para mantenernos en el poder y luego buscamos los 'valores' que nos han llevado a hacerlo.

Ahora bien, lo malo es que, de otra manera, el PP hace lo mismo que el PSOE.

Y cuidado, que, aunque los medios conservadores intenten ocultarlo, el presidente castellano acaba de recibir un varapalo del Tribunal Supremo por restringir las misas a 25 feligreses. No es un detalle menor. Como buen 'moderado', Mañueco se apunta a la campaña consistente en utilizar el coronavirus para destruir el culto público católico. Reducir las eucaristías a 25 feligreses por misa resultaba en la práctica una prohibición de la liturgia católica más relevante: la iglesia vive de la Eucaristía. Era, también, impedir que los católicos vivieran su precepto más importante. Pues bien, el Supremo le recuerda ahora que él no era quién para tomar tal medida. La derecha española atentando contra la libertad religiosa de los católicos. O sea, derecha pagana.

Nota ilustrativa y definitoria: el presidente castellano recibió un importante varapalo del Tribunal Supremo por restringir las misas a 25 feligreses

Y más allá de los valores cristianos que el PP ha abandonado, el problema del partido que preside Pablo Casado es que no gobierna, sólo gestiona... y no siempre bien.

Por eso pierde las elecciones en cuanto la economía da un respiro. Por eso ni cuando gana entusiasma, porque se ha convertido en derecha pagana. Un ejemplo de derecha pagana es Fernández Mañueco.

Al PP no se le vota por sus ideas sino por su habilidad, frente al derroche permanente y descomunal de la izquierda.

Lo que ocurre es que el PSOE ha conseguido que todo lo católico resulte ultra... y el PP se lo ha creído

En cualquier caso, el asunto es que en las elecciones el próximo domingo el PP puede resultar el partido más votado y no gobernar. O puede necesitar a Vox pero claro, le tiemblan las canillas en cuanto el PSOE le acusa de ser rehén de la ultraderecha.

Y Vox no es un partido ultra, es el último partido católico que queda en el Parlamento. Lo que pasa es que el PSOE ha conseguido que todo lo católico resulte ultra... y el PP se lo ha creído. Los pobres, no son otra cosa que derecha pagana.