Decíamos en Hispanidad que la incoherencia invadía España. Sánchez, entre el pacto de Estado con Feijóo o el gobierno de coalición con Podemos, se queda con ambos, hasta 2024. Feijóo estaba en las mismas que Sánchez: entre Pacto de Estado con Sánchez y alianza con Vox... ambos. Sánchez y Feijóo deberían haberse decidido tras la reunión de este jueves, pero no lo han hecho, es decir, la reunión de más de tres horas no ha servido para nada. 

Se trataba del primer encuentro entre ambos desde que el todavía presidente de la Xunta ha sido elegido líder de la oposición en el Congreso del PP de Sevilla el pasado fin de semana. Feijóo admitía tras su encuentro con el Rey en el Palacio de la Zarzuela, que no tenía un orden del día y que desconocía los puntos que Sánchez iba a tratar. El Gobierno, una vez comenzada la reunión, enviaba a los medios los once pactos de Estado para constituir los consensos básicos, divididos en cuatro bloques: «cumplimiento y actualización de la Constitución y regeneración democrática»; «unidad en la respuesta a las consecuencias económicas de la guerra y compromiso en la mitigación del cambio climático»; «violencia de género», y «lealtad en las políticas de Estado». Es decir, las 11 normas que el Gobierno estima necesarias para poder otorgar a Feijóo el título de progre entre los progres. De incumplir o no apoyar alguno de los temas, será catalogado como peligroso ultraderechista. 

Entre estos puntos, podemos encontrar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el apoyo al plan de recuperación por los impactos de la guerra de Ucrania, la vuelta del PP al Pacto Antitransfuguismo, acuerdo en grandes decisiones sobre política exterior y cerrar filas contra la violencia de género. En resumen, que Feijóo y el PP sean sumisos y leales al 'autócrata' Sánchez y al PSOE. 

En rueda de prensa posterior al encuentro, el líder de los populares volvía a quejarse sobre la falta de orden del día y explicaba de manera detallada y extensa su programa económico. Efectivamente es una vergüenza que el Gobierno envíe a los medios el orden del día y no a Feijóo, pero, una vez que da comienzo el encuentro y el gallego ve los puntos que propone Sánchez, debería haber dado un golpe en la mesa, haber dejado sus principios claros y concluir la reunión dejando claro que por ahí ni el ni su partido, no pasan. Pero Feijóo prefiere a Sánchez antes que a Abascal, quiere un pacto de gobernabilidad, volver al bipartidismo. 

Y una vez más Feijóo demostró lo que es, un buen progresista de derechas, ningún principio, solo gestión.