¿Merece la pena la sumisión de Sánchez a la peor tiranía del mundo a cambio de una foto de estadista?
En Moncloa hablan de reunión histórica pero lo cierto es que el tirano chino, el más temible del mundo, el chino Xi Jinping, ha accedido a recibir a Pedro Sánchez, más que nada porque no podía no hacerlo.
Dos detalles:
1- Aunque sigue condenando a Putin, Sánchez se ha estrenado con un discurso en el que alaba la postura del Gobierno de Pekín -insisto, la mayor tiranía del mundo- con palabra grandilocuentes, como a él le gusta: la comunidad internacional necesita actores políticos responsables y constructivos
2- Lo cierto es que si Pekín no hubiera apoyado a Moscú, Putin ya habría tenido que retirarse de Ucrania, ya habría perdido la guerra: ¿merece la pena esta sumisión a la peor tiranía del mundo a cambio de una foto?