Sánchez no lidera el plan energético europeo, es más, Bruselas le ha corregido y estudiará un impuesto sobre el beneficio de las eléctricas y no sobre la facturación, como pretendían en Moncloa. El PP, que criticó el impuestazo, se suma ahora a la iniciativa europea.

Vaya por delante que, por ahora, no se ha decidido nada y que las medidas se tomarán, presumiblemente, en el Eurogrupo del lunes 3 de octubre. Ahora lo que hay, tanto en España como en Europa, es un debate, aunque no tanto como sería deseable porque tampoco hay excesivas ideas encima de la mesa.

De hecho, se pueden resumir en tres: limitar el consumo energético, topar precios y subir impuestos a las compañías. De modificar el sistema de fijación de precios, lo que realmente podría solucionar el problema, nada de nada o muy poco, a pesar de algunas propuestas como, por ejemplo, establecer dos mercados: uno para el gas y otro para el resto. Eso abarataría la factura energética que está ahogando la economía de los europeos en general y de los españoles en particular.

En cualquier caso, lo que no es cierto es Pedro Sánchez esté liderando el debate en Bruselas. Miren ustedes, don Antonio podrá liderar muchas cosas -el CIS, los vuelos en Falcon…- pero el debate energético no, y menos en eurolandia, donde le tienen tomada la medida y saben que miente más que habla.

Por eso, produce sonrojo escuchar a la portavoz Rodríguez y a la ministra Marisu asegurar -jueves 15- que “Europa ha venido detrás” en la implantación de un impuesto a las energéticas cuando, en realidad, lo que ha tenido que hacer la ministra de Hacienda ha sido rectificar y admitir que el gravamen irá contra los beneficios y no contra los ingresos -una barbaridad-, como pretendía el Gobierno. En el fondo, lo que ha propuesto Bruselas es subir temporalmente Sociedades a las empresas energéticas.

En cualquier caso, esa no es solución a nada. Lo que tendría que hacer Europa es producir más energía sin importar su procedencia, aunque atente contra la doctrina imperante del cambio climático.