Si quiere usted que el PSOE se abstenga en las Cortes de Castilla y León, tiene usted que romper con la ultraderecha y comprometerse a todos los efectos y para siempre. Y eso lo dice, atención, el mismo que gobierna desde hace tres años con la ultraizquie
Lo bueno de Pedro Sánchez es que su caradura es tan enorme, de tal calibre que basta con reproducir literalmente sus palabras, sin necesidad de mayores interpretaciones.
Ejemplo, mañana del miércoles, sesión de control al Gobierno en el Congreso, Sánchez mira fijamente al jefe de la oposición y le sitúa ante su responsabilidad:
Si quiere usted que el PSOE se abstenga (¿Eso no debería decidirlo el PSOE castellano?) en las Cortes de Castilla y León, tiene usted que romper con la ultraderecha y comprometerse a todos los efectos y para siempre.
Al señor Casado le ha llegado la hora de la verdad. Tiene que decidir si abre las puertas a un Gobierno del PP con la ultraderecha o no. Estamos dispuestos a ayudar, pero deben explicar por qué VOX no puede entrar en los gobiernos y si es para siempre y en todos los territorios. pic.twitter.com/eADvXxnmm2
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) February 16, 2022
Y eso lo dice, atención, el mismo que gobierna desde hace tres años con la ultraizquierda -comunistas y podemitas- en el Gobierno de toda España, no de una región, y que ha elevado a esa ultraizquierda a la categoría de ministros y vicepresidentes.
El mismo que para llegar al poder y para mantenerse en él ha pactado y cedido ante separatistas y proetarras.
Ahora bien, lo cierto es que el PP amanerado de Pablo Casado se lo ha puesto a tiro, tras arremeter el PP contra Vox, el partido con quien tiene algo en común: ambos tienen ideario fundacional católico, que es el ideario que la izquierda no soporta.