Es una tradición en la Casa Real española, venerar, el primer viernes de marzo, al Santo Cristo de Medinaceli. Y este viernes, por segunda vez en su mandato, Felipe VI ha acudido a la basílica, ubicada cerca del Congreso de los Diputados y vecina del Hotel Palace, para rezar ante una imagen de la que son muy devotos miles de madrileños.

Por supuesto la Reina Letizia no ha acudido para hacer gala, una vez más, de su ateísmo... y porque le importan un bledo la creencias de los españoles, aunque hasta para el CIS de José Félix Tezanos continúa siendo una sociedad mayoritariamente católica.

Igualmente negativo es que la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, heredera al trono tampoco haya acudido. Cursó el Bachillerato en un colegio masónico y está apartada de toda la tradición católica de la monarquía española: ¡Qué bien la educa, Majestad!