Los agricultores franceses protestan, no contra una medida u otra no contra el aumento del precio del combustible o contra la subvenciones agrícolas sino contra toda y cada una de las medidas de la política agrícola europea.

Y tiene razón. La política agraria común (PAC) es la más importante, pero no la única, de toda la política verde, esa ecología que nos conduce directamente a la ruina bajo el estúpido dogma -dogma falso- de que para salvar al planeta hay que matar al hombre. En primer lugar, no es verdad y en segundo lugar es injusto. Pero quien diga esto es un negacionista. 

En cualquier caso, decenas de camiones españoles han quedado bloqueados, y algunos, cargados de frutas y hortalizas, ante la pasividad de la policía francesa y del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, incapaz de protestar ante su amigo, el francés Emmanuel Macron. Esta vez ni se han dado un besito.

La PAC es un desastre pero, como buen desastre estructural, nadie lo cuestiona: Es... 'lo de siempre'

Veamos: ¿Qué culpa tienen los agricultores y camioneros españoles de una política europea que consiste en auto-mutilarse, en producir menos y subvencionar un mismo salario y de paso hundir el agro del Tercer Mundo, que no pueden competir con las subvenciones públicas europeas y norteamericanas? ¿Y por qué el Gobierno español no les defiende?

Por su parte, la actitud de los agricultores franceses no sólo es injusta y violenta: es estúpida. Lo que reclaman es perpetuar una PAC, la reina de las injustas subvenciones públicas, que no podrá subsistir más allá de otra generación. Lo de los políticos europeos no es una estupidez: es una canallada.

La PAC es un desastre pero, como buen desastre estructural, nadie lo cuestiona: Es... 'lo de siempre'. Y ahora los agricultores franceses se han dado cuenta, con 50 años de retraso, de que las subvenciones pública serán cada vez más pequeñas porque las reclamaciones ecologistas son más grandes y más absurdas cada día que pasa. 

Toda la política verde europea, tan ecológica, nos conduce directamente a la ruina bajo el estúpido dogma -dogma falso- de que para salvar al planeta hay que matar al hombre

Toda la política verde europea, tan ecológica, nos conduce directamente a la ruina bajo el estúpido dogma -dogma falso- de que para salvar al planeta hay que matar al hombre. Pero, al final, lo paga el camionero español que pasa por Francia. 

¡País de imbéciles! Ahora hablo de Francia. Es cierto que Emmanuel Macron ha pedido a los campesinos franceses que no atacan camiones españoles y portugueses: para el caso que le van a hacer... Al mismo tiempo, desde España, Pedro Barato, el hombre de la CEOE para el campo, llama a la movilización del agro español que, asómbrense, aún recibe menos ayudas publcias que el francés... pero no se dedica a destrozar productos franceses.