Bildu ha decidido no hacer más homenajes, más 'ongi etorri' a los etarras que salen de la cárcel. Eso está muy bien, sí Señor. En serio, creamos o no en la sinceridad de las palabras de los proetarras. También las víctimas de ETA deben perdonar.

Ahora bien, recordemos las palabras de dos papas egregios. Las primeras, de San Juan Pablo II: "no hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón". En efecto, la paz que consiste en cerrar los ojos, no es duradera. En efecto, la justicia que es mero legalismo, que no conlleva el perdón de la ofensas o de la injuria, sólo llena las prisiones pero no sacia los corazones.

Pero -esto es mío, no del Papa Wojtyla- la capacidad de perdonar es fundamental en cualquier tragedia humana y es la tarea humana que exige de mayor fortaleza... pero lo cierto es que de poco sirve el perdón del ofendido sin el arrepentimiento del ofensor. 

El problema de Bildu es cuando parece que su renuncia a la violencia es el simple reconocimiento de la derrota, que su petición de perdón no es más que una mentira para acelerar la remisión de la pena por sus asesinatos y, sobre todo y ante todo, que su arrepentimiento por los asesinatos perpetrados en nombre de la independencia de Euskadi... simplemente es una pose para blanquearse políticamente y seguir ocupado sus espacios de poder. 

En plata: el arrepentimiento por los asesinatos debería implicar la renuncia a la política, a ocupar cargos públicos que implican imponer ordenes a las víctimas... o no puedo considerarlo arrepentimiento en modo alguno. Pero no parece que Bildu haya renunciado al poder político.

Benedicto XVI añade que "el perdón no puede sustituir a la justicia". Y yo vuelvo a añadir lo precitado, implícito en ambos pontífices: que si no hay arrepentimiento de poco sirve el perdón, si no hay perdón tampoco habrá justicia, una justicia que, además, tiene vida propia, y que sin justicia la paz será falsa y no será duradera. Y concluye el papa Ratzinger: "El hombre pudo desencadenar un ciclo de muerte y terror pero no pudo interrumpirlo". No, no lo decía por el terrorismo etarra pero bien podemos aplicarlo al asunto que nos ocupa.  

En el entretanto, la supresión de los ongi etorri, pues oiga, no está mal. Pero no parece suficiente. Ya lo dijo Ortega y Gasset: lo que le sobra a Bildu, y a muchos vascos, es mucha soberbia.