Decíamos ayer… que el PP de Feijóo apesta a progresía de derechas, al tiempo que recordábamos que la progresía, el pensamiento Nuevo Orden Mundial (NOM), hoy imperante, no es otra cosa que negar cualquier verdad objetiva, es decir, negar la realidad y, al tiempo, separar el sexo del amor y las pasiones de la templanza. Es decir, el progresismo consiste en gritar “abajo los curas y arriba las faldas". 

Y pasando de lo abstracto a lo concreto, también decíamos que, en todo tipo de cuestión moral, Feijóo está dispuesto a ceder ante Sánchez, si a cambio le baja los impuestos. No por nada en especial, sólo por mantener un elemento diferenciador que le distinga al PSOE, progresismo de izquierda, del PP, progresismo de derechas. De otra forma, no habría democracia, el electorado no podría elegir,,, entre dos caras de la misma moneda. A fin de cuentas, en una democracia se elige a quién pero no el qué. Eso ya sería demasiada democracia.

Pues bien, la primera en la frente. Vean el mensaje del incomensurable presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, progre de derechas de toda la vida. No habla de Semana Santa, que es lenguaje poco laico, sino de “fiestas de primavera”. ¡Qué hermoso!