Montealto es un colegio madrileño de Fomento. Sí, aunque jurídicamente pueda negarse la siguiente aseveración, lo cierto es que... es cierto: Montealto es un colegio del Opus Dei. Punto.

La historia ya la conocen y hasta tengo que admitir que el tratamiento de mis colegas de la prensa ha resultado ejemplar... tratándose de un colegio católico. 

En la tarde del jueves 4 de noviembre, la madre de unas estudiantes que recogía a sus hijos en el colegio, por causas aún sin determinar, arrolla con su coche a tres niñas. La más pequeña, cinco años de edad, muere. Las otras dos, algo más mayores quedan heridas de gravedad. 

Lo primero, llama la atención la reacción de las adolescentes y preadolescentes presentes: unas salen en dirección a la cercana clínica Ruber, en busca de un médico, pero otras vuelven a entrar en la capilla del colegio para que acuda el sacerdote. Y en efecto, cuando el sacerdote llega la pequeña aún vive y le da tiempo a administrarle los últimos auxilios espirituales, entiendo que la absolución 'sub conditione'. 

Me cuentan en el colegio que la madre de la fallecida, insisto, cinco años, que también trabaja en el Colegio, llegó a tiempo de ver con vida a su hija. Pero lo más sorprendente es que esa misma madre tiene el coraje de no recriminar a la conductora su impericia sino que, por el contrario, la abraza y consuela. ¡Hay que tener fe heroica mucho coraje para eso! ¡Abrazar a quien acaba de matar a tu propia hija! Y lo mismo hizo en el tanatorio.  

Sobre todo hay que tener mucha vida interior para dar ese ejemplo de sobrenaturalidad. Y también lo dieron otros miembros del colegio, profesoras y alumnas, que ante las cámaras de televisión -ante las que todos nos convertimos en verdaderos idiotas- han insistido en hablar de rezar, hasta el punto de que ni las televisiones han conseguido presentar esto como otra cosa que un ejemplo de vida.

Y entonces, digo que por vez primera en algún tiempo, vuelvo a sentirme orgulloso del Opus Dei. Ya he dicho que debo mi formación en la fe a la Obra y que siempre le estaré agradecido, pero muchas veces la mejor forma de agradecimiento es señalar lo que hay que corregir. Y lo digo porque ya lo he expresado en ocasiones que el Opus Dei atraviesa la peor crisis de su historia, nacida en 1928. Y también digo que, después de lo sucedido en Montealto, vuelvo a sentirme orgulloso de estos miembros de la institución creada por San Josemaría Escrivá -San Chema- que han dado un ejemplo a toda el país. 

Al parecer, el que tuvo, retuvo. Que sea por mucho tiempo. Por ejemplo, 'in aetérnum'.