A la derecha del Papa Francisco, José Lorenzo, José M. Vidal y Sor Lucía Caram. A la izquierda, Jesús Bastante y el padre Ángel
“Un encuentro histórico”: así define el portal Religión digital la audiencia que el Papa Francisco concedió el miércoles pasado a los responsables de dicho medio, José M. Vidal, Jesús Bastante y José Lorenzo, acompañados del padre Ángel y de Sor Lucía Caram, como ilustra la foto que encabeza este artículo.
Y a continuación de lo del “encuentro histórico”, se califica esta audiencia con el Papa, según ellos, “como un regalo para todos los que conformamos este portal de parteras de la primavera”. Pues ya desde el comienzo empezamos mal por un triple motivo, al menos para un servidor, porque para gustos, los colores. Me explico.
Lo de las “parteras”, por cursi, me parece muy forzado. Pero lo que todavía me gusta menos es la función de parteras que se atribuyen, porque, según la Real Academia de la Lengua, una partera es una “mujer, que sin tener estudios o titulación, ayuda o asiste a la parturienta”. Y resulta que yo soy más bien de los que hasta para ir de excursión eligen a profesionales con estudios, porque, como es sabido, la ignorancia es muy atrevida y muy peligrosa.
Y en tercer lugar, en cuanto a lo de “parteras de la primavera”, esto sí que no se lo compro, por pretencioso. Se supone que a lo que se refieren es la llamada primavera de la Iglesia. La primavera es la estación precedida del gélido invierno, en el que las plantas y los árboles de hoja caduca desnudan sus ramas. Y claro que Religión digital se presente como la primavera florida y hermosa que cuajará en frutos, no como los invernales San Jerónimo, San Agustín o Santo Tomás… Pero claro, como ya dije que la ignorancia es muy atrevida, se entiende así que Religión digital se presente como la primavera eclesial, frente a un supuesto pasado invernal; y, como no quiero juzgar tal pretensión como debido a una soberbia enciclopédica, tendré que pensar que es porque a estos chicos les falta capacidad para entender las aportaciones de San Jerónimo, de San Agustín, de Santo Tomás y de todo el rico patrimonio religioso y cultural de la Iglesia de los dos mil años pasados.
Desde su nacimiento hasta el día de hoy Religión digital ha sido un panfleto corrosivo, atentando permanente contra la doctrina dogmática y moral de la Iglesia
Pero lo verdaderamente inquietante de la crónica, escrita precisamente por el director de Religión digital, es la afirmación de que el Papa Francisco les ha confirmado en la misión que llevan a cabo. Esto es lo más grave, porque desde su nacimiento hasta el día de hoy Religión digital ha sido un panfleto corrosivo, atentando permanente contra la doctrina dogmática y moral de la Iglesia.
No, no y no. Porque si lo que se quiere dar a entender con esta crónica de su audiencia con el Papa Francisco es que Religión digital debe ser luz y guía para los católicos y la jerarquía de la Iglesia, tengo que decir que justo la foto que ilustra este artículo mío lo que significa es el camino contrario por el que hay que circular, porque por la dirección que marca Religión digital se llega necesariamente a la destrucción de la Iglesia.
Y mi afirmación anterior no es gratuita. Les cuento para su información, y sobre todo para los que no conozcan este portal, que dicho sea de paso tampoco se pierden nada. Así es que vamos a mostrar algunos brotes verdes de esa primavera de la Iglesia que pretende Religión digital. Veamos a algunos de los colaboradores más destacados, según clasificación de los responsables de Religión digital.
Religión digital tiene dos secciones de blogs. Una la de los blogs a secas, llamémosla normales, porque la otra es la de los “blogs destacados”. Por cierto, hago un inciso, porque a Sor Lucia Caram me la tienen recluida en el apartado de los blogs normalitos; y digo yo que ya la podrían ascender de categoría y colocarla en la sección de los blogs destacados, aunque solo fuera por haber hecho de anfitriona en esta audiencia con el Papa, según dicen ellos. Aunque antes de ascenderla debería aprender que como anfitriona del Vaticano, pasarle la mano por el hombro al Papa no es un gesto ni de respeto ni de cariño, sino una grosera ordinariez. Y esta elemental norma de comportamiento la conocíamos hasta a los niños de Vallecas, porque en mi barrio podíamos ser muy proletarios, pero a educados y a honrados no nos ganaba nadie.
Sor Lucia Caram debería aprender que como anfitriona del Vaticano, pasarle la mano por el hombro al papa no es un gesto ni de respeto ni de cariño, sino una grosera ordinariez
Pero a lo que estamos Remigia, que se nos pasa el arroz. Para hacernos una idea de la orientación doctrinal de Religión digital y de la primavera eclesial que proponen, veamos solo una muestra de algunos personajes a los que este portal acoge en su columna de “blogs destacados”.
Citemos en primer lugar a Leonardo Boff, uno de los fundadores de la Teología de la Liberación, procesado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que abandonó el sacerdocio y la Orden Franciscana a la que pertenecía. Vive en la actualidad en Petrópolis (Río de Janeiro) con la que según él mismo califica de su pareja, Marcia Maria Monteiro de Miranda.
Otro de los escritores destacados de Religión digital es José Ignacio González Faus, estudioso como el anterior de la Teología de la Liberación. Su línea de pensamiento es la crítica al capitalismo y la concepción de los pobres como vicarios de Cristo. Pero claro, como no nos dice dónde están las fronteras que separan a los pobres de la clase media o de los ricos, al final resulta que no hay manera de saber quién es vicario de quien, ni quién representa a quien. Me parece que González Faus es jesuita, pero tampoco estoy muy seguro de que lo siga siendo. En cualquier caso, jesuita, jesuita como Dios manda, es decir, como lo estableció San Ignacio de Loyola, eso va a ser que no.
Una tercera lumbrera de Religión digital es Xabier Pikaza Ibarrondo. Este fue Mercedario y también abandonó su Orden religiosa. Se secularizó cuando tenía más o menos sesenta años y se casó con una de sus seguidoras. Fue durante muchos años profesor de Dogmática en la Universidad Pontifica de Salamanca, pero fue apartado de la docencia por sus desvaríos doctrinales, gracias a lo cual cobró una indemnización, que según dicen algunos le ha permitido vivir como un marqués hasta el día de hoy.
Porque pretender presentar la foto de la audiencia de marras como la luz y guía de los católicos y de la jerarquía es como darme una patada en la boca
Y dado lo aburrido que esto resulta, porque visto uno, vistos todos, citemos, por último, al titular de otro de los blogs destacados: Victorino Pérez Prieto, sacerdote gallego secularizado, perteneciente a la Asociación de Teología Juan XXIII. A este le ha dado últimamente por escribrir sobre la relación entre ecologismo y cristianismo y ha descubierto una nueva rama de la Teología, a la que para nombrarla ha tenido que inventar una nueva palabra: Ecoteología. Y esto, como diría, el director de Hispanidad es bello e instructivo.
Pero lo que no es ni bello, ni instructivo, sino realmente curioso, es que este cura secularizado sigue diciendo misas, concelebradas con su mujer. Y que conste que no estoy de cachondeo, como se puede comprobar en este entrevista que le hicieron a la pareja en la Sexta.
La esposa de Victorino se llama Cristina Moreira, y ella misma se presenta como “mujer, casada, con una hija, cristiana, católica, apostólica, romana y presbítera, ordenada en esta tradición por otra mujer que tiene sucesión apostólica en su linaje”. De verdad que no me invento nada, que son palabras textuales suyas, lo pueden comprobar en este video, porque a la vez que se define como presbítera actúa como tal. Lo que ya no sé es si esa comunidad a la que dice pertenecer, que se llama, Homo Nuovo, últimamente la habrá ascendió a obispa, que todo puede ser.
No, no y no, desde luego que servidor no acepta este trágala. Porque pretender presentar la foto de la audiencia de marras como la luz y guía de los católicos y de la jerarquía es como darme una patada en la boca; es algo parecido a lo de aquel que invitó a cenar a la querida, no a escondidas, en un restaurante, sino en su domicilio familiar y obligó a su legitima esposa a que les hiciera la comida y les sirviera la mesa.
Javier Paredes
Catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá