El Ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, daba la versión del Gobierno galo sobre el hecho de vincular los disturbios con la inmigración: “El 90% de los alborotadores eran franceses”.

Mientras, en las redes, usuarios se preguntan cuántos de esos "franceses" son afrodescendientes culturalmente africanizados.

africanizados

En los últimos días, entre los argumentos que tratan de explicar el porqué de los disturbios en Francias, se utiliza el de que estamos hablando de la tercera o incluso cuarta generación de inmigrantes. ¿Qué está pasando pues si esa tercera o cuarta generación son hijos de unos inmigrantes que ya deberían estar asentados e integrados en el país? ¿Acaso sucede que no tiene sentido entregar la nacionalidad a quién nunca se va a sentir «miembro» de esa nación por razones étnicas, culturales y/o religiosas? ¿Será como decía el rey Hassan II en 1993: Los marroquíes nunca se integrarán en Francia?

Mientras, los ciudadanos sufren las consecuencias de unos disturbios que les están dejando sin sus vehículos o sin sus negocios. 

Por su parte, Emmanuel Macron, apunta a las redes sociales como responsables de difundir contenidos sensibles y advierte que tomará medidad para evitarlo.

Y mientras Macron se dedica a censurar las redes sociales, la Policía habla, no de disturbios, sino de "guerra" en las calles.

Y así, el presidente galo intenta reducir el impacto, retiene a las fuerzas del orden, a los que exige que cumplan con la normativa con mucho escrúpulo mientras los gamberros les atacan con todo tipo de armas, resulta que 'Pierre francés,' está convencido de lo contrario en proporción cinco veces superior. Es decir, que Emmanuel Macreon, presidente de la República, defiende a los gamberros mientras el pueblo francés prefiere defender a la policía. El primero teme que le tachen de racista; al segundo lo que le preocupa es que sufre la consecuencias de tan apasionante multiculturalidad. Emmanuel Macron nunca ve en peligro su físico, don 'Pierre Francés' sí.