Según el diccionario de la CUN (Clínica Universitaria de Navarra) el sabio idiota es una “persona con grave retraso mental capaz, no obstante, de ejecutar, notablemente, determinadas tareas en áreas intelectuales específicas, como cálculos cronológicos, resolución de complicados rompecabezas o memorización de grandes listados”.

Ortega lo llamaba la barbarie de la especialización pero últimamente la especialización ha dejado de ser necesaria y el sabio idiota ha pasado a llamarse experto.

Me quedo ahí. Las concreciones se las dejo para usted, amigo lector.