- Y, en su totalidad manifiesta, las 14 obras de misericordia.
- La Iglesia no necesita inventar economías colaborativas, ni sostenibles, ni telúricas, ni solidarias.
- Además, a la Iglesia, la política, noble ejercicio, se le da fatal.
Un lector me recuerda que
critico las ensoñaciones progresistas de Cáritas pero no digo qué es lo que debería hacer
Cáritas. Y es cierto: me ha pillado, críticas no, soluciones.
Pero la respuesta es sencilla.
Pues bien, la respuesta es que Cáritas debe dedicarse a hacer obras, en concreto las obras de misericordia.
A ver, chaval, desempolva el catecismo: siete corporales y siete espirituales. A saber:
Corporales:
1) Visitar a los enfermos.
2) Dar de comer al hambriento.
3) Dar de beber al sediento.
4) Dar posada al peregrino.
5) Vestir al desnudo.
6) Visitar a los presos.
7) Enterrar a los difuntos.
Espirituales:
1) Enseñar al que no sabe.
2) Dar buen consejo al que lo necesita.
3) Corregir al que se equivoca.
4) Perdonar al que nos ofende.
5) Consolar al triste.
6) Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
7) Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos.
En plata,
a la Iglesia no le hace falta que Cáritas invente economías colaborativas, ni sostenibles, ni telúricas, ni solidarias. Además, a la Iglesia, la política, noble ejercicio, se le da fatal.
Termino: Cáritas, no seas hortera.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com