Somos una humanidad de tristes y de agonías
Decíamos ayer que los suicidios se han convertido en una de las notas distintivas de nuestro tiempo. Y, la depresión, en nuestra patología favorita. Vamos, que somos una humanidad de tristes y de agonías.
El gran problema de la humanidad actual: la depresión
Eso sí: para reír hay que tener una razón. Pues créanme, ojalá la encuentren, porque la sociedad actual no soporta más amargura y sólo responde a la alegría. Ya no le basta con maestros ni acepta testigos. O al menos, sólo acepta testigos optimistas.
Ahora bien, la alegría precisa de una razón que dé sentido a nuestra vida. Para mí, esa razón está en la filiación divina: somos hijos de Dios. Por eso y para eso merece la pena vivir. Y vivir en la plenitud de la libertad... y de la alegría.