El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg se entiende muy bien con su correligionario Pedro Sánchez.
Cumbre de la OTAN. Comienza el martes, en Londres. Idea de fondo: Europa se ha vuelto pacifista. Por tanto, ha olvidado que la guerra, siempre indeseada, constituye, sin embargo, la foma más noble de violencia. No me extraña que Estados Unidos se encabrone. Trump está hasta el gorro de que los soldados norteamericanos pierdan su vida por defender Europa, cuna de la civilización occidental, mientras los europeos presumimos de pacifistas. Como se sabe, paz y pacifismo son dos realidades, no ya distintas, sino sencillamente antitéticas.
Europa debe abandonar el pacifismo y volver a ser pacífica, que es distinto
Trump tiene razón: debe dejar de proteger a una Europa decadente incapaz de defender sus principios cristianos. Por eso la Cumbre de la OTAN comienza en Londres con el preámbulo de un fanático islamista acuchillando a inocentes en el Puente de Londres, como quien dice.
Europa debe abandonar el pacifismo y volver a ser pacífica. Que ya se sabe no hay nada que provoque tanta violencia, y tanta intimidación y tanto miedo social, como los pacifistas.
Trump tiene razón: debe dejar de proteger a una Europa decadente incapaz de defender sus principios cristianos
Europa debe caer en la cuenta de que la guerra, siempre indeseada, terrible, digna de ser evitada a toda costa, constituye sin embargo, la forma mas noble de violencia. La guerra se declara, se avisa… y puede ser la reacción ante una injusticia. Por el contrario, el terrorismo es la cobardía de esconderse detrás de la sociedad civil y golpea sin previo aviso, siempre en inocentes que ni pueden defenderse ni habían previsto la defensa.
Porque el pacifismo quiere prohibir la guerra pero no otros tipos de violencia, desde la intimidación al terrorismo.