La caradura china
Los chinos son los propagadores del Covid 19 -esperemos que no los inventores- pero Beijing propone la cooperación global contra la pandemia.
Quieren ser la primera potencia mundial y están colonizando Europa pero Xi Jinping defiende el multilateralismo. Exigen libertad para sus conquistas comerciales en Occidente mientras persiguen con crueldad a los cristianos en su país.
No recuerdo otro caso en la historia en que a una tiranía oriental, la mayor del mundo y de la historia reciente, le baste con una declaración de intenciones políticamente correcta y mentirosa. Un pelín de feminismo (¡los chinos!), sumarse al cambio climático (con objetivos para 2050), y por supuesto, continuar a la cabeza del infanticidio en el mundo, que es algo muy estimado por el Nuevo Orden Mundial (NOM)… y ya está: la tiranía comunista pasa por democrática. El bueno es Xi Jinping, el malo Donald Trump, ahora sustituido, encima, por el pro-chino Joe Biden.
Lo bueno del progresismo imperante es que resulta una estafa muy simple. Basta con que abdiques de una serie de principios básicos y te adhieras a una serie de cuestiones secundarias para que te admitan en el selecto club… de lo admisible.
Y Europa aplaude.