- La eutanasia forma parte de ese odio al débil que configura al mundo moderno. Lo débil molesta.
- ¿Cumplirá Pedro Sánchez con su promesa de legalizar la eutanasia cuando llegue a La Moncloa? Yo creo que sí.
- Zapatero-bis es capaz de cualquier barbaridad.
Caca, culo, pedo, pis. Este es el
vademécum de todo buen progresista. Es decir: aborto, divorcio exprés, homomonio y cristofobia.
Y todos estos mandamientos pueden resumirse en dos:
abajo los curas y arribas las faldas.
Pero claro, todos esos gloriosos objetivos ya han sido conseguidos. ¡Qué difícil es ser progre! Entonces, ¿qué queda?
La eutanasia, claro está. Se empieza matando a bebés y se acaba matando a ancianos y a débiles en general.
Por eso, el PSOE de
Pedro Sánchez (Zapatero-bis), que se había quedado sin ninguno de los cuatro elementos creadores de la naturaleza progre, necesitaba apuntarse a alguna nueva moda y la ha encontrado
con el homicidio de la niña Andrea. Promete una ley de eutanasia para cuando llegue al poder como Rajoy prometió una ley para reducir abortos cuando llegara al poder… y no lo cumplió.
No contento con ello, Zapatero-bis ha lanzado a sus diputados a vender la eutanasia como un derecho. Y así, jornada de control al Gobierno del miércoles 14, el diputado
José Martínez Olmos, portavoz de Sanidad del PSOE prometía la más dulce de las muertes dulces a todo imbécil desesperado o a todo aquel que se ponga a tiro del listillo poco desesperado y bastante aprovechado, que ya se sabe que después de la muerte viene la herencia y de que muerto el perro se acabó la rabia y la dedicación al moribundo.
¿Lo cumplirá Pedro Sánchez? Probablemente sí. Este
Zapatero-bis es capaz de eso y de cualquier otra barbaridad.
En cualquier caso, la eutanasia forma parte de ese odio al débil que configura al mundo moderno. Lo débil molesta.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com