Sr. Director: Los responsables políticos israelíes, además de las dos medidas -la imposición de nuevas tasas para los edificios de las Iglesias y la futura ley que pretende regular su derecho a la propiedad, el alquiler y las transacciones de terrenos- que han creado y que han producido la alarma están olvidando, además del significado de la presencia de las Iglesias en la Ciudad Santa como foco de peregrinaciones y turismo, el servicio social que prestan a través de sus colegios y hospitales. Estas medidas traicionan los tratados internacionales sobre el estatuto de las confesiones cristianas en Jerusalén y ponen en peligro la presencia de las Iglesias y la libertad de la práctica cristiana. Supondrían, de llevarse a efecto, un acto de discriminación sin precedentes por parte de las autoridades tanto del municipio de Jerusalén como del Estado de Israel. Jesús Martínez
La comunión en la mano no es más que la vanguardia contra la supresión de la Eucaristía
15/12/24 15:00