Sr. Director: "Es verdad, Jesús nos ha salvado a todos, pero no en general, ¿no?
Todos, pero cada uno, con nombre y apellido. Y ésta es la salvación personal. Verdaderamente yo soy salvado, el Señor me ha mirado, ha dado su vida por mí, ha abierto esta puerta, esta vía nueva para mí, y cada uno de nosotros puede decir 'para mí'.
Pero existe el peligro de olvidar que Él nos ha salvado individualmente pero en un pueblo. En un pueblo. El Señor siempre salva en el pueblo. Desde el momento en que llama a Abraham, le promete que hará un pueblo. Y el Señor nos salva en un pueblo. Por esto prestémonos atención los unos a los otros. No hay una salvación sólo para mí. Si yo entiendo la salvación así, me equivoco; equivoco el camino. La privatización de la salvación es un camino equivocado.
Enric Barrull
Las dieciséis mártires carmelitas de Compiègne, guillotinadas en la Revolución Francesa
15/12/24 07:00