Sr. Director:
No salen las palabras, escribir no podemos.
El corazón tirita de miedo y frio,
y los ojos asombrados ni mirar pueden,
ante imágenes, sonidos,
que alumbran la muerte de inocentes.
Y las campanas doblan, por Europa.
Y el alma se conturba y de dolor muere.
Ese dolor, unas velas, unas flores,
mostrar apenas pueden,
al pensar quien esas muertes ha producido:
los que un día acogidos fueron,
o siendo nuestros, terminaron por otros seducidos.
Y las campanas doblan, por Europa
En nombre de un dios al que la espalda dieron,
su Voluntad, con la suya oscureciendo,
matan a los que la cara y su amor a él volvimos.
Y las campanas doblan, por Europa.
J. R. Pablos
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14/12/24 07:00