Mientras la Santísima Virgen estaba sentada en íntima oración, llena de anhelo de Jesús, vi que un ángel se presentó ante ella a decirle que fuera al portillo que tenía Nicodemo en la muralla, porque se acercaba el Señor.
El corazón de María desbordó de gozo; se envolvió en su manto y dejó a las santas mujeres sin decir a nadie dónde iba. Fue sola y de prisa al portillo de la muralla de la ciudad por el que habían venido del jardín del sepulcro. Informa Religión en Libertad.
BBVA. Carlos Torres no quiere hablar de Villarejo, pero el juez prepara otros 6 meses de instrucción
01/02/23 18:37