Sr. Director:

Tenemos las relaciones ordinarias, más o menos instrumentales. Tenemos la actuación de los políticos, orientada a contentar a los propios, y a subir en la jerarquía. Después tenemos el mercado, donde los protagonistas quieren pagar menos, cobrar más y acumular. Y como continuación del mercado, tenemos la guerra, cuando el uso de la fuerza, se percibe como una opción viable.

Cuando los medios hablan de los políticos no dicen herramientas. Dicen instrumentos. Dos ejemplos: Los independentistas instrumentalizan el espionaje descubierto para reavivar el proceso. Es decir, utilizan el tema de las escuchas como instrumento. Y también, la derecha utiliza la subida de la luz, y otros asuntos, como instrumento, para debilitar al gobierno. (..).


 

Cuando los medios hablan de la guerra, dicen armas: Antes, lanzas y espadas. Ahora misiles y drones. También mencionan un arma, cuyo uso preocupa mucho: ¡El Terror!. "El terror como arma de guerra". Antes personas crucificadas vivas. Ahora torturas, y masacres masivas. La población en general, cuando ve lo que le puede suceder, abandona la resistencia y huye. En la actual guerra entre Rusia y Ucrania, ese arma se está utilizando. (..). ¡Aceptamos los instrumentos de la política, pero no, las armas de la guerra!.