Sr. Director:
No me hace falta que se pronuncie la Fiscalía de Valencia para saber que los casi 300.000 euros que ha derrochado la alcaldesa Rita Barberá, en supuestos gastos de representación, ha sido un flagrante dispendio de recursos públicos.
Con lo que está lloviendo de paro, de ahorradores estafados, de Dependientes a los que les llega antes el óbito que la ayuda subsidiaria, etc., que esta señora haya dilapidado semejante cantidad en restaurantes de lujo o en regalos navideños -entre otros caprichos- no solo demuestra su falta de sensatez, sino también de moralidad. Tampoco me hace falta que nadie se pronuncie para saber que Compromís ha publicado en su web estas facturas difamatorias contra Barberá con el único propósito de obtener algún rédito electoral.
La justicia les da igual. ¿Desde cuándo las tenían? Por último, y hablando de justicia, no sé qué está pasando últimamente con los fiscales. Ya solo actúan siguiendo el rebufo de las denuncias que han sido publicadas en los medios. De su coleto no sale nada. ¿Estarán con astenia primaveral?
Jon García Rodríguez
Las dieciséis mártires carmelitas de Compiègne, guillotinadas en la Revolución Francesa
15/12/24 07:00