Sr. Director: En el discurso inaugural de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, el Cardenal Blázquez ofrecía algunos criterios para iluminar la decisiva coyuntura histórica que atravesamos. El cardenal Blázquez, en aquella ocasión, pedía diálogo sincero y fecundo, que requiere respeto mutuo para buscar juntos las soluciones pertinentes, y recordaba la necesidad de poner el centro en la persona humana con su dignidad inviolable, alumbrando así cuestiones como el aborto, los vientres de alquiler, la identidad del matrimonio o la violencia machista. También recordaba la necesidad de seguir poniendo a los pobres en el corazón de la Iglesia, con sus diferentes rostros: el de los jóvenes que buscan trabajo digno y estable, el de las familias sin recursos o el de los inmigrantes, y volvió a colocar encima de la mesa la urgencia de un Pacto de Estado sobre educación. Es un asunto en el que la Iglesia tiene una peculiar autoridad moral por su profunda implicación histórica en este campo, y desde ahí, el cardenal ha reclamado que no se cercene la dimensión religiosa en la formación integral que toda persona necesita. Juan García