Sr. Director:

Cada vez son más las producciones cinematográficas que, con pocos medios, abordan la cuestión de la fe desde una perspectiva cristiana y, contra todo pronóstico comercial, triunfan en las salas de cine y plataformas digitales. Es el caso de películas que aún podemos disfrutar como “Vivo”, “Tierra Santa: el último peregrino” y “Amanece en Calcuta”. En los días posteriores al foco que alumbraba la ceremonia de los Oscar, merece la pena pararse y reconocer cuánto bien pueden hacer historias en las que hay verdad, en un mundo tan necesitado de belleza como el nuestro. El cine más modesto tiene mucho que enseñar. Eso no significa que no haya obras valiosas entre el glamour y las alfombras rojas.