Sr. Director:El gesto de miles de personas, que recorrieron el domingo 19 de marzo las calles de Barcelona, sirve para recordar que, a pesar de contar con todos los altavoces a su servicio, el independentismo no es exclusivo y tal ni mayoritario en Cataluña, y que una buena parte de la población está dispuesta a romper el silencio y alzar la voz contra el asalto a la ley que se está perpetrando día tras día en el Parlamento catalán.Algunos han respondido desde la simpleza y el sectarismo diciendo que la manifestación era cosa de la extrema derecha.Otros, como Puigdemont y Junqueras, respondían el día después con un artículo en un medio en el que continúan intentando confundir, comparándose con Escocia y buscando los vericuetos para lanzar un nuevo señuelo, ahora el de un referéndum pactado con el Gobierno.La respuesta tiene que seguir siendo más libertad, más democracia (que incluye el respeto a las leyes) y mayor y mejor política al servicio de todos los catalanes, valorando la historia común que ha hecho a Cataluña grande dentro de España, y a España más rica y dinámica, gracias a Cataluña.Pedro García