Sr. Director: La última semana de octubre, el nuevo equipo de gobierno municipal de Valencia decretaba la retirada de crucifijos e imágenes religiosas del tanatorio municipal. El alcalde Joan Ribó, perteneciente a Compromís, hablaba de "democratización", pero lo que está haciendo en realidad es imponer sus propias preferencias a los ciudadanos, que mayoritariamente se identifican con esos símbolos, sobre todo en momentos de duelo. Si se diera el caso de que personas de otras religiones no estuvieran siendo correctamente atendidas, sería de justicia y sentido común buscar para ellas soluciones adecuadas, que es algo muy distinto de imponer a todos una ideología laicista. Y es que una cosa es laicidad y otra laicismo. Democracia es gobernar desde el respeto a las creencias, valores y tradiciones de la sociedad. Lo otro, en cambio, se llama totalitarismo. J. D. Madrid