Es la sede histórica del Banco de Bilbao, en la Gran Vía bilbaína. Despacho del histórico José Ángel Sánchez Asiaín, al que a lo mejor no le habría gustado mucho la bandera arcoiris del colectivo LGTB. Lo que no ocurre con el actual presidente, Carlos Torres, quien se desvive por ser más pro-LGTB que nadie en el mundo mundial.

En cualquier caso, pocas son las empresas que se atreven hoy a ser políticamente incorrectas. Paradójicamente, cuanto más grandes menos se atreven.