El ministro Mentiras, de nombre José Luis Escrivá, asegura que lo importante de las nuevas cotizaciones de autónomos, no es quién ha ganado o quién ha perdido, sino que los autónomos coticen según sus rentas. Ese argumento justifica una norma que homologa a trabajadores por cuenta propia con los trabajadores por cuenta ajena. Es decir, que los autónomos se hagan menos productivos para igualarse con los asalariados. 

Pues mire usted, Escrivá: eso es precisamente lo que había que evitar. Si hay homologación, que sea para que los trabajadores por cuenta ajena imiten a los trabajadores por cuenta propia, no al revés. Y que ni los unos ni los otros, ni los empresarios, paguen cuotas, que es el impuesto que más deprime el empleo. 

El autónomo es, precisamente, el hombre que renuncia a las gabelas del Estado del Bienestar a cambio de pagar menos cuotas, Y es el hombre que cuando no trabaja, no come. Cuando el gran problema español es hoy el absentismo laboral (VER DOCUMENTO ADJUNTO), no resulta sensato acabar con los autónomos. Es más, es de locos. No mates al hombre más libre y más productivo, al que menos pide a la comunidad: al cuentapropista.