Lo explicaba con gran calidad, José Ángel Gutiérrez: el presidente peruano, Pablo Kuczynski (en la imagen), consagra Perú al Sagrado Corazón al tiempo que promociona el aborto. Ya saben: todavía hay algo más tonto que un obrero de derechas: un hombre feminista. Todavía algo más tonto que un varón feminista: un cristiano progre. Algo parecido al candidato demócrata  Tim Kaine, el número dos de Hillary Clinton: un católico abortista para romper el alma de los católicos, esto es, estafarles. Kuczynski recuerda el síndrome del peor clérigo: el de que no quiere abandonar la iglesia para "fastidiarla desde dentro". Hispanidad redaccion@hispanidad.com