Para entendernos: la Iglesia necesita patrimonio pero no liquidez
Estos señores (ver la noticia) han encontrado un filón con las congregaciones católicas, pero no están haciéndole ningún bien a la Iglesia. Lo que quieren es hacer negocio, su negocio.
Para entendernos, la especulación financiera o la simple inversión en los mercados bursátiles (no todas ellas especulativas, sólo casi todas) se basa en la liquidez.
Ahora bien, la Iglesia necesita poseer patrimonio (por ejemplo, sus templos), pero no liquidez. Dinero contante y sonante, cuanto menos mejor. Solo el necesario para el día a día. Y la gran tentación en la que puede caer la jerarquía consiste en pretender convertir el patrimonio en liquidez, tal y como lo aconsejan tantos intermediarios financieros. No porque no pueda salir bien la operación (que casi nunca sale bien), sino porque la Iglesia no quiere atesorar bienes en la tierra adelante.
Por tanto, si algo necesita la Iglesia es administradores de patrimonio, una tarea bastante más sencilla y que nada tiene que ver con expertos bursátiles, administradores de liquidez, pues en los mercados financieros lo que importa no es el patrimonio, sino la liquidez.
Hispanidad
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