Se está acabando eso de abrir una página web y encontrarse la imagen de una mujer como asistente virtual que responda a nuestras dudas. Por ejemplo, Renfe en la actualidad tiene la imagen de un hombre -Martín- en el asistente virtual de su página web, pero anteriormente el asistente virtual representaba a una mujer que respondía al nombre de Irene». ¡Qué casualidad, como la ministra!

Y es que, la guía del ministerio de Igualdad ‘Mujeres y digitalización. De las brechas a los algoritmos’ ha constatado que «los estudios y quejas de personas usuarias al respecto han propiciado que algunas compañías incorporen la imagen de un hombre en su sistema de asistencia virtual". Y en este sentido, señala que «la mayor parte de estos asistentes virtuales sitúan de manera indirecta a las mujeres en puestos secundarios, ligados al rol tradicional de género asociado a tareas como las de prestar ayuda y asistencia a otras personas». Y eso no le gusta a la señora ministra. No es feminista.