Homomonio... hasta en Star Trek
Más allá, creo, que la última entrega de la interminable saga Star Trek.
Al parecer lo exigía el guión: el Entreprise llega a tierra. Bueno, al aparcamiento espacial, a casa.
Y es entonces cuando, además de que al señor Spock le dan calabazas (algo sobre lo que debemos reflexionar con cuidado), un marinero de la interplanetaria nave es recibido por su esposo, otro marinero acompañado de un niño, se supone que adoptado por los susodichos. Ambos se dan un besito y el niño saluda su papá (o a su mamá, no me quedó claro).
Oiga, introducir el homomonio con adopción en el Enterprise resulta un poco curioso. Cuando menos.
O a lo mejor es que lo exigía el guión.
Ya saben, como el viejo chiste de la Transición, la era del destape, donde una actriz realizaba las siguientes declaraciones a la prensa:
-Hombre sí, si fuera absolutamente necesario, si lo exigiera el guión… yo estaría dispuesta a salir vestida.
Hispanidad
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