Observen esta nota de propaganda erdogámica que no ergonómica. Se dirige a líderes mediterráneos y atlánticos, porque estos turcos son gente de natural modesto. "Turquía quiere urnas, no tanques". Está muy bien eso de preferir las urnas a los carros blindados: pesan menos. El asunto incide sobre una de las confusiones más habitual en el mundo moderno: violencia se identifica con violencia física, pero esa no es la única violencia y a veces no es la peor. Ejemplo. Los golpistas turcos (sigo pensando que el golpe lo preparó Erdogan) emplearon la violencia física. Ahora, Erdogan responde con violencia en forma de detenciones, censuras, humillaciones, despidos laborales, condensa a cárcel y miseria, etc. Por cierto, exactamente lo mismo sucede con la violencia de género. No toda la violencia es del varón. Pregunten a Erdogan, que sabe cómo ejercer la violencia psíquica desde las urnas, convertidas las urnas en coartada de todos su desafueros. Hispanidad redaccion@hispanidad.com