Va a necesitar el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, otra sesión de lavado de cerebro colectivo como el vivido en el telediario de la noche del martes 17, para conseguir que el cinismo exhibido durante la sesión de control al Gobierno del miércoles, sea aceptado con normalidad por la audiencia, es decir, por el electorado.
Ninguna mujer ha ido a la cárcel por abortar, y cuesta un potosí que los salvajes que regentan abortorios vayan, no sólo a prisión, sino tan siquiera al banquillo de los acusados. Por tanto, ZP miente como un bellaco, pero eso no es noticia.
Porque además, claro que una mujer que aborta, que asesina a su propio hijo indefenso e inocente, debería ir a prisión, y por muchos años.
Los aborteros repiten que a nadie se le obliga a abortar. Otra mentira. Se le obliga al niño, a la víctima, que no puede expresar su opinión.
Por cierto, brillante el diputado de Unión del Pueblo Navarro, Carlos Salvador. Parece mentira que el mismo partido produzca especímenes tan distintos como Carlos Salvador y Miguel Sanz.
Eulogio López
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