Confundir el deseo con la realidad suele salir carísimo. Aunque, probablemente, éste no sea el caso. El presidente de OHL, Juan Manuel Villar Mir, señaló el martes 11 en la Junta de Accionistas de la constructora que confiaba en que el nuevo Gobierno no redujese los compromisos en infraestructuras.

 

La confianza de Villar Mir no se basa en la sensibilidad del Ejecutivo hacia la obra pública, sino en los compromisos contraídos por el "mejor ministro de Fomento de la democracia". Ya saben, el grandísimo Francisco Álvarez-Cascos. El asturiano ha dejado tales hipotecas que su sucesora, Magdalena Álvarez, se encuentra con escaso margen de maniobra, no sólo en las cuantías, sino en los adjudicatarios.

 

La única duda reside en el Plan Hidrológico Nacional (PHN). El frenazo al PHN supone un importante revés para el sector de obra civil. Satisfechas las indemnizaciones por el incumplimiento de los compromisos heredados, la alternativa de las desalinizadoras puede que no sea tan voluminosa. Pero, además, puede que el Gobierno cambie de adjudicatarios ante el nuevo escenario. Y aquí sí que se va a mover el pastel. Permanezcan atentos a las pantallas.