- El 'chavismo' ofende a los cristianos al lanzar a los cuatro vientos una versión, bolivariana por supuesto, del Padrenuestro.
- Los obispos venezolanos llaman a respetar la oración recitada por Jesucristo.
- Reclaman menos chanza con los símbolos religiosos, del mismo modo que "a nadie se le ocurría cambiar la letra del himno nacional".
La última del régimen del presidente Nicolás Maduro (en la imagen) ha sido una versión del Padrenuestro -la oración cristiana por excelencia, creada por el mismo Jesucristo- para arengar a sus seguidores.
Y es que, recientemente, los asistentes a un taller del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) recitaron la denominada 'oración del delegado': "Chávez nuestro que estás en el cielo, en la tierra, en el mar y en nosotros, los y las delegadas, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu legado para llevarlo a los pueblos de aquí y de allá", dice la oración.
Como es lógico, la reacción de la Iglesia Católica de Venezuela no se ha hecho esperar, ha pedido "respeto" para los símbolos religiosos, y ha recordado en un comunicado que "la oración por excelencia de los cristianos del mundo entero" fue recitada por Jesucristo y, por tanto, es "intocable". "Así como a nadie se le permitiría cambiar la letra del Himno Nacional para honrar a una persona, tampoco a nadie es lícito cambiar el Padre Nuestro o alguna otra oración cristiana", han dicho los obispos, que han pedido "respeto" para "los símbolos, oraciones y elementos religiosos católicos".
Pero el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro -menudo es él- ha cargado contra los obispos y ha argumentado que no se trata de un rezo, sino de una poesía escrita por William Osuna, un premio nacional de literatura en Venezuela, y que fue leída al cierre del 'I taller para el diseño del sistema de formación socialista' por una mujer trabajadora del estado de Táchira.
"Ahora han salido algunos de estos obispos, como dueños de una verdad inquisitorial. La nueva inquisición ha surgido a masacrar a esta humilde mujer y a decir que casi cometió un pecado, cuando es una mujer humilde. Es una especie de nueva inquisición vulgar", ha denunciado Maduro, que se refiere a la mujer que leyó el poema como una "católica de corazón".
Al parecer, el respeto a las creencias y a los símbolos religiosos no figura entre las virtudes de Maduro... Solo le faltó que se le volviera a aparecer el pájaro que le habla de Chávez e identificarlo con el Espíritu Santo.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com