La Iglesia no depende de los presupuestos generales del Estado: no hay ninguna partida en esos presupuestos para la Iglesia.
La Iglesia no tiene ninguna subvención del Estado. Sin embargo, el Estado ha acordado una forma de colaboración, marcando la 'X' en la Declaración de la Renta. Lo deja a la voluntad de los contribuyentes, de la ciudadanos. Si ningún ciudadano pone la X, la Iglesia recibiría 0 euros. Por eso, estamos muy agradecidos a las personas que cada año hacen ese pequeño signo de poner la X para la Iglesia Católica. Y, es que, en la declaración de la renta, más de 10 millones de contribuyentes marcan la 'X' a favor de la Iglesia Católica.
Desde hace siete u ocho años, cada año son cerca de 200 mil declaraciones más que ponen la X a favor de la Iglesia Católica. Con esto, el 0,7 de los impuestos de esos contribuyentes van a la Iglesia Católica para ayudar a su sostenimiento.
Esto no es un privilegio, porque la Iglesia no lo quiere sólo para sí. Aquí, el Estado, unilateralmente, contrapuso a la Iglesia la categoría de fines sociales, luego se añadió otros fines sociales: primero era excluyente una casilla de la otra, ahora se puede poner la X en las dos… Hemos ido perfeccionando este sistema, que es discutible, y en principio, no exclusivo para la Iglesia.
Lluis Esquena Romaguera