A quienes como yo nos admira y divierte la dinámica electoral de los EEUU nos está sorprendiendo en los últimos días el surgimiento de una nueva estrella que, si logra sostener las encuestas hasta el "caucus" de Iowa, puede convertirse de "outsider" en el contendiente de Obama ofreciendo, por primera vez en la historia, dos candidatos negros a la Casa Blanca.
Estoy hablando de Herman Cain, un empresario sin carrera anterior como político electo, cuya mayor referencia profesional fue la de presidir la cadena Godfather's Pizza a la que sacó de la bancarrota. Cain está demostrando una capacidad de trabajo y prudencia extraordinarias en su campaña que, hasta ahora, está basada en 3 principios:
1.- No ataca a ningún otro candidato republicano, sino que se centra en ofrecer sus propuestas y centrar sus ataques en Obama, que es el verdadero adversario.
2.- Está sabiendo responder con inteligencia a sus propias carencias. Frente al hecho de que no está logrando grandes recaudaciones de dinero (Obama dice que va a recaudar mil millones de dólares), Cain se centra en el respaldo popular. Concretamente afirma "hay cosas que el dinero puede pagar, para todo lo demás está Herman Cain".
3.- Simplifica el mensaje. Su receta económica es el 9-9-9. 9% de impuestos a las personas, 9% de impuestos a los negocios y 9% de impuestos sobre las ventas. Y lo argumenta, nuevamente, con una frase sonora, sencilla y, por qué no, inapelable: "Si el 10% es bueno para Dios, el 9% debería bastar para el Gobierno".
Pienso (o quiero pensar) que, a diferencia de Rick Perry, quien tuvo sus 15 días de gloria, Cain puede mantenerse en el largo plazo, gracias a ese gran valor que es su inteligencia.
Eduardo Méndez