Mientras, continúan paralizadas las negociaciones para la venta de Digital a Telefónica
La prepotencia de Juan Luis Cebrián ha echado por tierra lo que parecía una fusión fácil de Cuatro y La Sexta, los dos canales de TV socialistas o, al menos, la fusión comercial de los derechos de retransmisión de ambos, que eviten la guerra entre PRISA y Mediapro.
Ahora bien, PRISA no quiere TDT de pago, por el momento no le interesa, y exige controlar la resultante -sea fusión o acuerdo, a pesar de una deuda que aún supera los 5.000 millones de euros.
Antes de que los directivos de ambas cadenas se marchen de vacaciones esta semana se celebrará la última reunión. De otra forma, cerrado hasta el regreso. Lo malo es que Jaume Roures quería empezar con su canal de retrasmisión deportiva el 1 de septiembre.
Por otra parte, Cebrián continúa ejerciendo de Faraón. Todavía no ha hablado con Vivendi y Telefónica y no lo hará hasta el nuevo curso, pero asegura, sin dudar, que les colocará Digital por 2.500 millones de euros. Por cierto, ¿con qué derechos?