- La oferta, en términos de prima de control, le va a salir cara: supone un 33% sobre el cierre del lunes y un 83% desde el 8 diciembre.
- Con relación al valor de Talisman en verano, cuando no fraguó un acuerdo, la ventaja para Repsol es del 35%, pero el crudo cotizaba entonces a 100 dólares.
- El Ceo, Josu Jon Imaz, insiste en que ha sido el mejor momento para comprar, para crecer y transformar Repsol, gracias a lo que aporta la canadiense.
- La petrolera ya es una petrolera en toda regla: casi duplica su producción actual, hasta 680.000 barriles diarios.
- Y se diversifica, con estabilidad financiera, hacia otras áreas geográficas sin exponerse a riesgos-país.
- Tras la compra de Talisman, la deuda aumentará hasta 12.400 millones de euros, entre el 1,2 y 1,7 con relación al Ebitda.
- Además, prevé desinversiones de al menos 800 millones en 2015.
Las caras en Repsol en la mañana de este martes eran de satisfacción, tanto la del presidente, Antonio Brufau, como la del consejero delegado, Josu Jon Imaz (en la imagen). Han comparecido ante los medios con puntualidad germánica para dar los detalles de la compra de la canadiense Talisman Energy, que se concretará plenamente a mediados de 2015. La explicación previa estaba ya en una amplia nota de prensa. El mensaje de los dos directivos llegaba, por tanto, con abundante información previa, lo que siempre abona el campo para la claridad del mensaje.
¿En qué se resume lo que han dicho En tres oportunidades para la petrolera española. A) Han comprado Talisman "en el mejor momento" (por el precio del barril de crudo y por sus activos). B) Con la operación, Repsol da un salto enorme en diversificación de actividad: será fuerte también en 'upstream' (exploración y producción). Y C) Estará en todas las áreas geográficas, especialmente en Norteamérica. En suma, Repsol se convierte en una gran petrolera. "Vamos a poder apostar por la generación de valor para nuestros accionistas. Estamos más diversificados, menos expuestos a países", ha asegurado Imaz.
Ahora bien, ¿ha pagado un precio muy caro El desembolso será de 10.400 millones de euros, que valoran la acción de Talisman a 6,5 euros, por encima del rango alto que se había rumoreado inicialmente, entre 4,15 y 5,54 euros. El pago incluye asumir la deuda de la canadiense (3.760 millones de euros). Tanto Antonio Brufau como Imaz han defendido el precio ofrecido y "el momento adecuado" para ofrecerlo y que en estas cosas lo importante es, como en la cotización, el largo plazo. Han coincidido hasta en las subordinadas para resaltar que la prima ofrecida es justa y con la estabilidad financiera para Repsol: la deuda neta proforma, que será de 12.400 millones euros en 2017, representará el 1,2 respecto al Ebidta en un escenario normal y no superaría el 1,7 en un escenario desfavorable. "Escenario ácido', decía Imaz.
La comparación de cotizaciones y primas posible sugiere, sin embargo, algunos datos que orientan sobre el precio. Con relación a la cotización de este lunes, la prima ofrecida a los accionistas es del 33%, y asciende hasta el 83% con relación al 8 diciembre, cuando comenzaron los rumores de compra. Ahora bien, con relación a la cotización de Talisman en agosto, el precio estaría un 35% por debajo que entonces. Las dos compañías no llegaron finalmente a un acuerdo, que hubiera perjudicado a Repsol. Y otro aspecto a considerar es el precio del barril de petróleo. En verano superaba los 100 dólares y ahora está un 37% por debajo, mientras que las acciones de Talisman, sin rumores de operaciones corporativas, se han infravalorado un 67% desde entonces. ¿No plantean todas estas cifras un precio de compra más bajo para Repsol, al menos en relación a los precios del crudo, que han penalizado especialmente a compañías estresadas financieramente como Talisman
Respecto al capítulo financiero, Repsol ha contado para la operación con una liquidez de 6.400 millones de euros y articulará unas líneas de crédito a largo plazo de 2.600 millones de euros y opciones financieras adicionales a corto plazo. Paralelamente, llevará a cabo una emisión de hasta 5.000 millones de bonos híbridos, no dilutiva para los accionistas, según ha explicado Imaz. La deuda actual de Repsol (unos 2.000 millones de euros) alcanzará los 12.400 millones en 2017. "La posición financiera después de la operación -ha dicho Brufau- es de una compañía mucho más grande con un nivel de deuda de unos 15.000 millones de dólares". Pero el presidente de Repsol ha sido tajante al decir que no contempla otra operación corporativa ni el pago de ningún dividendo extraordinario. Manda la prudencia y el futuro.
El grupo tiene previsto también desinversiones por unos 800 millones de euros el próximo año, aproximadamente un 2% del total de activos del grupo, tras la compra de la canadiense. Añadió que aunque no tienen prisa, tampoco descarta que sea más.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com