Por lo tanto, el proyecto de retirarse del patrocinio de las motos para dedicar el presupuesto íntegro a decorar el vehículo de Fernando Alonso, nada de nada. Además, supuestamente el contrato sería por 10 años, obviamente a cambio de un buen pellizco. Se trata tan sólo de un proyecto que se encuentra en la cabeza de algún directivo de la teleoperadora. "Alierta no lo va a aceptar", señala una fuente de Telefónica conocedora de la operación.
Y es que elevar los 11,2 millones actuales ya es elevar. Pero comprometerse a 10 años, es mucho compromiso. Sobre todo porque si Alonso gana carreras, la marca se ve beneficiada; pero si las pierde, el patrocinio tiene efecto cero sobre la imagen de marca y según algunos, incluso negativo. Así que de nuevo nos encontramos ante un modelo de presión publicitario "Alcapone": se da por hecha la operación, se publica aunque sea en la prensa deportiva sin dar cifras, y después que vengan a desmentirlo. Desmentido queda.