• El plan de mexicano consistiría en adquirir, junto a ATT, las participaciones de Telefónica en Europa, mientras Vodafone se quedaría con la división iberoamericana
  • Y es que, tras la venta del 45% de Verizon (casi 100.000 millones de euros), Vittorio Colao sale de compras.
  • Las operación es complejísima pero tampoco podemos olvidar que España tiene una normativa que no protege a su empresa estratégicas.

Carlos Slim no ha digerido aún la derrota frente a César Alierta en E-Plus. Además, sigue obsesionado con entrar en Europa, al igual que su socio, la norteamericana ATT, todavía más obsesionada con copar el viejo continente. Fíjense si lo estarán que Slim ya ofreció a Vodafone quedarse con Vodafone España y que ATT, antes de pensar en Telefónica, ya barajó la posibilidad de quedarse con Vodafone, toda entera.

Ahora bien, lo que ha dado alas a Slim es la venta, por parte de la empresa en la que es consejero delegado Vittorio Colao  del 45% de Verizon, lo que podría reportarle cerca de 100.000 millones de euros, menos lo que se lleva el fisco. Y entonces es cuando todos le ofrecen ideas a Colao entre otros Carlos Slim, de América Móvil, enemigo jurado de Telefónica y con muchas ganas de entrar en Europa.

En definitiva, los hombres de Slim, cada vez con más presencia -no operativa- en los bufetes españoles, animan a Colao a lanzar una opa sobre Telefónica (que vale en bolsa menos de la mitad de esa cantidad, es decir 48.000 millones de euros). Naturalmente, no hay regulador que pase por una concentración de dos operadores competidores en, por ejemplo, Reino Unido, Alemania, Italia y España. Por eso, Slim y ATT proponen que Vodafone realice una opa similar a la de Botín sobre el ABN-Amro o la de Gas Natural sobre Endesa, que conllevara el troceo inmediato, o en sincronía de Telefónica: Europa quedaría para ATT y Slim e Iberoamérica para Vodafone, donde anda mucho más débil. Una operación difícil pero no imposible.

¿Y qué pasa con la normativa española sobre anti-deslocalización Pues que es, así somos de tontos, la más suave de toda Europa. Siempre podía oponerse el Gobierno español, pero podría no ser suficiente.

De hecho, la mejor defensa actual de una compañía tan atractiva como la presidida po César Alierta consiste en su elevada deuda -47.000 millones de euros). Eso y la oposición, clara y tajante, seguro, del equipo gestor, sin el cual es muy difícil administrar un monstruo del tamaño de Telefónica.

Colao no siente por Telefónica la animadversión de Slim pero recuerden, esto no es nada personal, sólo son negocios.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com