El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, ha insistido en que la reforma constitucional propuesta por el Gobierno está circunscrita a los cuatro puntos sobradamente conocidos. No obstante, ha matizado que en la Constitución "cabe todo aquello que los españoles queremos que quepa", ya que, en su opinión, el eje constitucional se encuentra en la voluntad libremente expresada del pueblo español y el consenso político alcanzado en 1978.

Sin embargo, Sevilla cree que el consenso debe ser compatible con la actual Constitución. Y en este sentido, ha señalado que "los papeles que estamos conociendo sobre el nuevo Estatuto no ofrecen ningún problema".

Eso sí, matizó que se trataba de los "papeles", no "lo que se dice que se puede hacer o que se quiere hacer". En cambio, la postura en relación al Plan Ibarretxe es también clara y, según el ministro de Administraciones Públicas, el Plan soberanista del lehendakari "no cabe en la Constitución".