Sr. Director:

La ley de "divorcio express" ha supuesto un incremento exponencial de divorcios: de 32.627 personas en 2005 se pasó a 126.952 en 2006, ya que impide el 30% de las reconciliaciones que se producían durante la separación previa.

El divorcio es un gran fracaso: la pareja matrimonial firma su sentencia de muerte como tal, adueñándose de ellos una sensación de minusvalía psíquica que les afecta profundamente.

Los hijos son los otros grandes perdedores: se sienten desamparados puesto que el amor que les dio origen ha sido defenestrado y abolido. La disolución del vínculo matrimonial les afecta negativamente y los hace vulnerables al desamor. No comprenden el por qué de la ruptura y sienten que su mundo se viene abajo; sólo con los años podrán desprenderse del dolor y volar alto.

Este es el fruto del divorcio: padres sentenciados a la soledad y a la frustración e hijos sumidos en la depresión por un amor dividido y derribado.

Eva Nordbeck

margar25@gmail.com