Increíble. El PNV inquiere al ministro de Industria, Miguel Sebastián sobre la política energética. Este le contesta que la vida es dura. Es decir, que está tratando de encajar el objetivo de medio ambiente con el de la competitividad y la seguridad en el suministro y que no le encajan las piezas. Tampoco le encajan los intereses de la industria y del sector energético. Ni del sector energético entre sí. Ni tampoco logra un consenso político. El diálogo debe de acabar pronto porque nos hemos quedado sin tiempo; hay que tomar decisiones, dice Sebastián. Vamos, algo así como, tenemos que decidir algo y estoy hecho un lío, no sé qué hacer.
El portavoz de Economía del PNV, Pedro Aspiazu, en lugar de meterle el rejón, se muestra comprensivo y le dice que lo entiende, que el encaje de bolillos es complejo, que la vida es dura, etc. Un pasteleo indigno de Aspiazu.
Andrés Velázquez
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