Sin cambios en la ley contra el consumo de tabaco, que ya ha terminado su tramitación parlamentaria. Desde el 1 de enero, toda la hostelería tendrá que tener una separación física entre fumadores y no fumadores, algo muy costoso para las pequeñas empresas del sector. Al mismo tiempo, se prohíbe toda publicidad en el tabaco, y la sanidad pública no atenderá a enfermos por causa del tabaco.
Eso sí, el Gobierno Zapatero no piensa reducir sus ingresos a costa de los fumadores. Esos ingresos (7,5 de cada 10 pesetas que se ganan en una cajetilla) han forzado a las compañías tabaqueras a sacar al mercado tabaco más barato, y ha sido un éxito.
Mientras, el efecto de la ley ha credo una verdadera neurosis antitabaco, donde los fumadores son perseguidos socialmente.
Neurosis social que no afecta a alguno de los colaboradores de Sadam Husein: Lean la siguiente noticia: La acusación se produjo durante el juicio que se celebra en Bagdad contra los máximos dirigentes del régimen depuesto en Irak.
Barzan Ibrahim al-Tikriti, jefe de los servicios secretos de Saddam Hussein y uno de sus hombres más temidos, se quejó de la calidad de la comida y de los cigarrillos que le eran suministrados. Ibrahim al-Tikriti afirmó: Estamos detenidos por una de las naciones más ricas del mundo y sólo me dieron cigarrillos tras cuatro meses de detención. Y eran de la peor calidad del mundo.
Ibrahim al-Tikriti está acusado de crímenes contra la humanidad.