Así se contempla en el Protocolo Común para la Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género elaborado en abril de 2007

La realidad termina por imponerse. En el Protocolo Común para la Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género elaborado en abril de 2007, el ministerio de Sanidad señala –entre otros factores- el embarazo como factor de riesgo de maltrato. Pero es que hay más, Sanidad añade como "indicador de sospecha" de la existencia de violencia de género los antecedentes de aborto.

Las conclusiones del ministerio de Sanidad coinciden con las de las ONGs que trabajan sobre el terreno. Es el caso de la Asociación de Víctimas del Aborto que acaba de presentar un informe sobre la relación entre aborto y violencia de género. Según este estudio –basado en una muestra de 824 mujeres atendidas por diferentes instituciones- el 92,8% de las mujeres que abortan sufren violencia de género. Además, en el 72,9% de los casos, las mujeres habían sido coaccionadas por su empleador. "Mi pareja me abandonó y me dijo que si no abortaba me mataría. Hasta el día de hoy no puedo superarlo, mi estado de ánimo ha cambiado mucho", señala Carmen, una ecuatoriana de 32 años atendida por una de las ONGs que ayudan a las mujeres con embarazos en dificultad.

Pero hay más. La última publicación del CIS sobre abortos en España, descarta las dificultades económicas como motivo de aborto y reconoce que la IVE supone "secuelas físicas y psíquicas cuyos costes recaen principalmente sobre la mujer". Por todo ello, en el 22º aniversario de la despenalización del aborto en España, AVA exige una adecuada detección de la coacción y maltrato de toda mujer embarazada. "Hacemos un llamado a la responsabilidad de los profesionales sanitarios y sociales", concluyen. Vamos, que los ginecólogos dejen de promover el aborto entre sus pacientes y que los/las asistentes sociales ofrezcan alternativas reales para que la mujer pueda seguir adelante con su embarazo.