Gran bronca en la sesión de control en la mañana de este miércoles. La diputada del PP, Fátima Báñez, acusa al Gobierno de no hacer nada para apuntalar la recuperación cuando los países de nuestro entorno ya están saliendo de la crisis. Salgado reitera la doctrina de los brotes verdes. Asegura que ya se empieza a ver la luz a la salida del túnel. ¿No será un tren que viene de frente como sostiene el profesor Sala i Martí?
Pero es que además, Salgado asegura que el Gobierno trabaja por salir de la crisis lo antes posible, pero no con sus recetas, que no las queremos nosotros, pero tampoco los trabajadores. ¿Quiénes son esos, los representantes sindicales comprados a golpe de chequera? La realidad es que cada día de retraso, es más actividad destruida y más empleo perdido. Menos alfombra roja, menos fiestas y experimentos y más reformas, concluye Báñez. Salgado responde con un ataque: de fiestas no hable porque Uds. montan fiestas de autoafirmación en la autoridad. La vicepresidenta insiste en que España va a salir de la crisis, pero todos juntos, con cohesión social.
El problema de la pérdida masiva de empleo, en opinión de Salgado, es el modelo del ladrillo y la especulación. Fue la ley del suelo popular y las declaraciones de que el alto precio de los pisos era un símbolo de nuestra capacidad adquisitiva, las que construyeron un modelo desequilibrado. Cierto. Pero, ¿cuál es la alternativa? Porque Zapatero y Salgado ya han dejado caer que no es posible la recuperación sin contar con el ladrillo. En resumen: bronca política y poca respuesta real para los ciudadanos.